"No temas, pequeño rebaño" (Lc 12,32-48)
La cuarentena para evitar el contagio con el coronavirus o Covid-9 nos ha trastornado la cotidianidad. La forma en la que vivíamos nuestro día a día ha cambiado y tenemos que aceptar esta circunstancia.
Guardar la cuarentena es un deber fraterno para evitar el contagio y no poner en riesgo a otros. La vida es sagrada, la nuestra y la de lo demás, y debemos atesorarlas por encima de todo. Las costumbres, tradiciones, devociones, todo, debe reinventarse en esta Semana Santa. Lo que no debe disminuir es la fe
La Fe no depende de ritos y tradiciones, se alimenta del encuentro con Jesucristo, sobre todo a través de la lectura orante de su Palabra, y se demuestra en la caridad con el hermano. Por eso la cuarentena no tiene que impedir que vivamos una Semana Santa como verdaderos discípulos de Jesús.
La conferencia episcopal ha preparado una serie de celebraciones que pueden realizarse en familia, cada día de la semana. También Fe y Alegría ha preparado otros materiales para ayudarnos a profundizar en la fe.
Nuestro Señor Jesucristo nos sale al encuentro en toda situación y, en medio de esta pandemia, padece con nosotros y nos llena de su fortaleza. Recordemos que nos ha amado hasta el punto de dar su vida por nosotros. Esta Semana Santa siempre ha sido un tiempo para recordar precisamente eso: